Hello Group,
According to My 2grgrandfather Pablo Donate's informacion matrimonial, he was married in Asientos, but was from Agostadero. Where do I search for birth info?
Thanks so much,
Alice BB
Daniel is correct, there were various haciendas by that name. If your ancestor was married in Asientos, then he was likely from the Agostadero located nearby, and which today is known as Villa Garcia, Zacatecas. The main house is now the municipal palace. Historically, it was in the diocese of San Matias, Pinos, Zac, so that's probably where you want to steer your search.
Thanks for your responses.
I knew that Villa Garcia didn't come about until 1860, and
was once a part of the Agostadero Hacienda. But there are
no Villa Garcia church records at all on Familysearch. Pablo Donate's son
Rosalio Onate is also unknown birthplace, however, Pablo Donate's
grandson, Luis Onate, was born in Villa Garcia 10/23/1885.
So, I was wondering the best place to search for Pablo and son
Rosalio. Well, San Matias, Pinos is worth investigating.
Hi Alice,
I have ancestors that lived in Hacienda del Agostadera (today Villa Garcia) (1750-1850). I have found all of them in the church in Asientos, Aguascalientes. Definitely the records from el Agostadero was part of the jurisdiction of the church in Asientos, at least in the range that I have studied.
The ranches around El Agostadero were nevertheless included in San Matias, Pinos.
I hope this information helps
Thank you so much, it gives me another avenue to explore.
Would you be willing to share your ancestors surnames from Agostadero.
Mine are Onate or Donate, Candelas, Monrreal, Becerra, Esquivel, Encalado, Carranza, Lopez, Ortis, Gonzales, and Vega going back to about 1750 to present.
Any and all info is greatly appreciated. Again, thank you for your response.
Alice BB
Hi Alice,
I can help you with your Becerra and your Candelas, I descend from both. Who are your earliest ancestors in both lines, who were they married to, and when did they live?
Un abrazo,
Manny Diez Hermosillo
Terrific Manny, I appreciate it.
Sorry, I misspoke about the Becerras, but failed to mention Valderrama date to abt 1750.
The earliest Candela I have found is Jose Dolores Candelas about 1780? married to Ma Felipa Encalado 05/23/1812 in Asientos. Son: Victor Candelas about 1820? married Maria Luisa Esquivel 04/03/1845, Asientos. Daughter: Maria Petra Candelas about 1857? married Rosalio Donate 02/20/1875, Villa Garcia, my grgrandfather. Onate was my mother's maiden name.
What can you tell me about Domingo Becerra abt 1800, his marriage and children?
All input is appreciated. Muchisimas gracias.
Alice BB
“Candelas” is tricky surname, as far as the families who live in the curates of Pinos, Asientos and Cienega de Mata,Ojuelos. The name originated with Joseph Candelas, who married Petrona Ortiz Bernal, on 7 Feb 1701, in Pinos. They were servants on Agostadero. I say “tricky,” because in many cases, the name was passed down matrilineally. Plus, some descendants of the Bernal family also used “Candelas.”
I’ve got most of these families mapped-out through the 1700’s, but my research ends around 1800. These families were of mixed race, being either “españoles” or “mestizos.” There were Indian families who also used the Candelas name, but I don’t track them, since they don’t descend from Joseph and Petrona (they were likely “criados” of the Candelas, and adopted their surname).
Dolores was 43 in 1820 (ca 1777) and Felipa, 26 (ca 1794). Unfortunately, I’m not going to be much help to you, beyond this, because they were Indians. Indians can be more difficult to track, because surnames aren’t always listed on church records previous to 1800. Keep looking in Asientos, Pinos and Cienega de Mata. You might also want to check Ojocaliente in the 1800s. Several of these records aren’t indexed, so you might have to go through each individual roll of film.
I’m not sure which Domingo Becerra you’re looking for. There was one who married Ramona Chavez 1 Oct 1825, in Asientos. I don’t know who his children were (I seldom research the 1800s, unless they’re my direct ancestors), but he was son of Jose Antonio Becerra and his first wife, Maria Nestora Gonzalez; Jose Antonio was son of Hermenegildo Becerra cc Maria Matiana Micaela Bernal/es Duron; Hermenegildo was hijo natural of Anna Becerra de Aguilera and padre no conocido; I believe Anna Becerra was daughter of Margarita de Lira and her first husband, Gaspar de los Reyes Aguilera, but was raised by her second husband, Francisco Becerra, whose name she used (Francisco and Margarita are my g5’s). I don’t know Gaspar Aguilera’s ancestry.
Once again, thanks so much, Manny, it most certainly helps.
It verifies, clarifies, and is so interesting!
I was hoping I had finally found an indio, but can't be certain.
I'm willing and have gone image by image for my research, but I've been having such
problems with "freezing up" after a few images. Not sure what the problem is, it just
makes searching so much more time consuming and frustrating.
I'm looking for an entry that indicates indio and not mestizo, because I know through DNA that I'm 25%, just would love to find where, perhaps the paternal tree. I suppose it could go so far back on either side that I may never find the source. Until then I will keep on searching. It's too interesting to quit!
Alice BB
Hi Manny,
No kidding Candelas is a tricky surname! I found the informacion matrimonial 05/23/1812 Asientos, on Dolores Candelas and Felipa Encalado and they are both described as Espanoles!?!
Go figure. I was hoping to find them to be indios. I'll keep searching.
Many thanks again,
Alice BB
Los Ojeda Candelas en Trancoso y Agostadero
El censo del año de 1832 realizado en la hacienda de Agostadero contiene información de indiscutible importancia para estos Apuntes. Revela, primeramente, que la hacienda estaba administrada por don Antonio García Salinas y que vivían con él su esposa doña Loreto Elías y sus pequeños hijos Isabel y Jesús. Ellos están referidos a la casa grande, "la casa del señor Apoderado".
La primera pregunta que surge es porqué siendo tan rico como era don Antonio, estaba administrando Agostadero, hacienda que pertenecía a la familia Moncada y Berrio. En ese tiempo don Antonio era dueño de la gran hacienda de Trancoso, la de Rancho Grande en Jerez y la de Las Bocas, cerca de Salinas, . . . y sin embargo vivía en Agostadero.
¿Porqué vivía allí?
Hay un relato en la ´Historia de La Montesa´ de nuestro tío Guadalupe Díaz de León, que dice que don Francisco García Salinas "Tata Pachito" (hermano de don Antonio) el prominente político que había sido gobernador de Zacatecas y ministro de Economía y Fomento en el gabinete del presidente don Guadalupe Victoria, pasaba temporadas en Agostadero y que allí se casó en segundas nupcias con una de las muchachas Dávila. Otra crónica dice que habiendo estado en México, Tata Pachito se retiró a Agostadero un tiempo, deprimido por haber sido defenestrado de aquel importante Ministerio.
No obstante, el censo aporta un dato fundamental para nuestra historia familiar, y es la constatación de que teniendo 40 años de edad nuestra matriarca doña Felipa Encalado, la abuela de Mamá Libradita y bisabuela de Mamá Carlotita, formaba parte de la servidumbre de la casa grande de Agostadero, al servicio de los señores García Salinas-Elías.
Esta constatación podría explicar porqué Librada (y Carlota en su momento) fueron sirvientas en Trancoso, encargadas también de la casa grande, más o menos cuando se regresaron los Elías a aquella hacienda. Esto pudo haber ocurrido quizá cuando murió don Antonio, por lo que el joven don Jesús su hijo (y futuro papá de don Genaro) coheredó y se hizo cargo de aquella gran finca de campo. De manera que nuestra gente los Candelas Encalado y Candelas Palomino a lo largo de tres generaciones del Siglo XIX, en tanto que servidumbre, fue y vino de Agostadero a Trancoso y de Trancoso a Agostadero.
Pero detrás de la señera presencia de doña Felipa Encalado que debió haber nacido hacia 1790, se despliega otra historia de familia, una más profunda y conmovedora... verdaderamente fascinante.
APUNTES
El Censo de la hacienda de Agostadero realizado en 1820, menciona a varios de nuestros viejos parientes, los de la rama Ojeda Candelas. Los registros no dejan duda acerca del doble origen de esas familias: unas eran españolas, de pura cepa, y otras indígenas, que en algún momento del mestizaje adquirieron el apellido Candelas.
Nosotros descendemos de don José Dolores Candelas y doña Felipa de Encalado, quienes fueron censados como ´indios´. Ellos son los abuelos paternos de "mamá Libradita". Si bien las variantes genealógicas y raciales de la familia Candelas resultan interesantes, no lo es menos el caso de la familia Encalado. Los registros más antiguos de ese apellido son de inmigrantes ibéricos que llegaron a las minas de Sombrerete hacia 1600, apellidándose "De la Encalada". Quizá por la vinculación de esas poblaciones con la minería, aparecen luego otros núcleos genealógicos en los reales Pinos y de Asientos con el apellido " De Encalada" o " De Encalado", pero ya no solo son españoles, sino afrodescendientes e indígenas.
Bien establecido ese origen indígena de nuestra rama familiar, ya que descendemos de Gregorio Candelas Encalado que aparece censado con apenas cuatro años de edad, es importante mencionar que nuestra gente permaneció asentada por generaciones en grandes tramos del camino Real de tierra-adentro, formando parte de la servidumbre de ´el Condado´, que abarcaba las haciendas de Trancoso, El Carro, San Marcos, Ciénega Grande, El Lobo, Pilotos y Agostadero, cuyo antiguo dueño había sido don Felipe Cayetano de Medina Sarabia. Posteriormente, a principios el Siglo XIX cuando se hizo el Censo, ya pertenecía a don Juan Nepomuceno de Moncada y Berrio.
APUNTES
Los Ojeda Candelas en Trancoso y Agostadero
Librada Candelas Palomino ´Mamá Libradita´, nació en la Hacienda de Agostadero, hoy Villa García Zacatecas en el año de 1842 y murió en 1915. Fue pilmama y llavera (ama de llaves) en la servidumbre de la casa grande de la Hacienda de Trancoso con la familia García Salinas.
Fue persona de mucho carácter y determinación, muy apreciada por sus patrones. Decían que aún siendo una doméstica en la casa grande de Trancoso se le confirió poder y mando por su lealtad a toda prueba. Casó con Vicente Ojeda Morales en 1861. Cuando regresó a Agostadero (Villa García) hacia 1876 montó un obraje de cobijas y sarapes siguiendo la tradición de familia.
Era morena en extremo, era negra pero decían que tenía ojos aguamielados. Lo cierto es que su origen etnico la ubicaría en la antigua casta virreinal de ´los Lobos´, resultante del mestizaje de la sangre española e indígena con predominancia de la afrodescendiente, esto último sin duda, provenia de doña Felipa Encalado, su abuela materna.
Aparece en algunas fotografías hacia 1895, ya viuda, bien establecida y próspera con dos de sus hijas: Rosa y Elvira que habían nacido en Trancoso. En esas gráficas lleva al seno una "leopoldina" de plata, tal como la usaron las buenas rancheras zacatecanas del tiempo de Imperio y la Reforma. Al ver otras fotografías de la familia y de la misma época (como la de su hermana Elvira) se advierte que su uso era muy común. Decía mi papá que algunas veces esa prenda de orfebrería de plata zacatecana tenía engarces de gemas semipreciosas como chalchihuites, relicarios en los cuales se insertaban pequeñas fotografías, de las primeras que se comenzaron a producir en forma de daguerrotipos, o bien se insertaban abalorios como trozos de marfil o colmillos de jabalí calados en filigrana. Ese era, quizá, todo el exceso de adorno en plata labrada que se permitían llevar encima las mujeres de aquel tiempo, a diferencia de los caballeros que podían llevar decenas de piezas de plata labrada en sus botonaduras y toquillas del sombrero.
En las fotografías tomadas en su casa de Villa García, les sirve de telón uno de esos rústicos jorongos de lana para la gente de rancho que se tejían en su obraje. Eran de lana negra, canelona o frailesca, que era muy barata y considerada de segunda calidad puesto que solo la blanca tenía buen mercado y era muy cara porque se podía teñir.
Los originales de esas fotografías lo tiene la tía Socorro Galaviz Ojeda, en Lagos de Moreno
APUNTES
Los Ojeda Candelas en Trancoso y Agostadero
Se ha conservado una estupenda fotografía de la tía Elvira Candelas Palomino en Villa García, Zacatecas, hacia 1890. Aparece como una auténtica rancherona adinerada portando al seno una valiosa leopoldina. Vivió sus últimos años en Villa García y no sabían decirnos "si se casó o se quedó de cotorrita".
En la tradición oral se decía que en su obraje se tejían buenas cobijas y jorongos de lana oscura. El jorongo era una prenda personal, una cobija de más cortas dimensiones que se portaba "terciado al hombro" y formó parte imprescindible de la indumentaria típicamente masculina de la clase media rural. Según la tradición, la mejor prueba de la calidad de los tejidos de lana se probaba sosteniendo un jorongo nuevo por las esquinas entre dos personas y entonces la tía Elvira, como buena artesana y comerciante que era, le vaciaba un cántaro de agua, y no debía salir ni una gota por debajo de la cuneta. Eran piezas textiles bromosas pero ligeras, calientes e impermeables, muy apreciadas por los arrieros y la gente de los fríos reales de minas de la región.
Había otros relatos muy antiguos y muy interesantes que nos contaba mi abuelo Ezequiel. Eran "charras" o cuentecillos burlescos e inocentones muy antiguos que movían a risa y diversión, como la charra "de las tres presumidas", que se nos platicaba así:
Estas eran tres negritas muy rancheras que iban a ir al pueblo a una fiesta y el negrito su padre les había hecho un regalo a cada una de ellas. A una un anillo, a otra unos aretes y a la tercera unos zapatos. Al acudir al pueblo y ya en la casa a donde les habían invitado, las negritas se sentían menos y querían presumir sus regalos, sus prendas nuevas. Así que en medio de la gente invitada a la fiesta, una de las prietitas gritó:
- Mira una jaraña!, señalando el piso con el dedo del anillo.
Otra dijo:
- Yo no la jamato, meneando sus grandes aretes.
... y la tercera gritó:
- Yo la jamataré!, aplastando al bicho con sus zapatos nuevos.
Mi tío Fernando Ojeda Ibarra también nos platicaba acerca de la gente de Villa García de aquel tiempo, como el relato de una asombrosa ave "tan grande que al pasar volando tapaba la luna" y que la gente sencilla y temerosa de todo creía que era un ser sobrenatural pero que en realidad era un enorme zopilote viejo que bajaba graznando por las noches desde las peñas del cerro del Picacho, hasta a ese pueblo, solo para comerse los restos de pieles y pellejos crudos que se desechaban de las rústicas tenerías, las que allí curtían gamuzas.
El original de esa fotografía lo tiene la tía Socorro Galaviz Ojeda en Lagos de Moreno.
Los Ojeda en Trancoso 1860-1882
De acuerdo a las evidencias documentales, la estancia de nuestra familia en Trancoso debe haber durado unos 25 años. En ese tiempo ocurrieron hechos históricos de la mayor importancia, como la Guerra de Reforma y la intervención francesa. De ambos sucesos, nuestra gente conservó algunos recuerdos y una evidencia incontrovertible. Por ejemplo, mi abuelo Ezequiel nos platicaba que en su casa recordaban cuando llegaron a Trancoso los soldados Suavos. Esto fue así porque don Jesús García Elías formó parte de la facción conservadora más radical, enemiga de la Reforma, de manera que en esa hacienda se les proveía de caballos y alimentos mientras duró aquella incruenta guerra. Pero ese desliz histórico de los García lo pagarían muy caro, con el destierro, a la caída de Maximiliano y triunfo de la República.
No obstante la restauración de las instituciones republicanas, la marcada diferenciación social entre aristócratas hacendados y campesinado, la servidumbre, se volvió a imponer durante el porfiriato. Porfirio Díaz mantuvo una cercana amistado con los dueños de Trancoso ya que los llamó del destierro y respetó sus propiedades.
Los Ojeda en Trancoso 1860-1882
Toda la vida de Vicente Ojeda Morales estuvo relacionada con los equinos. Su juventud en la hacienda de La Ciénega de Jerez debió haber sido determinante en ese oficio ya que esa finca rural fue gran productora de mulas que se vendían para accionar las tahonas y los malacates en las minas. Estando en Trancoso, según la tradición oral que recibimos, fue peón de cuadra, cochero y mozo de estribos del hacendado. Cuando se independizó y se fue a vivir a Villa García se hizo carretero ya que compró troncos de mulas y con unas viejas guayinas comenzó a portear mercaderías entre esa región y Zacatecas. De allí provino una larga y vieja tradición que llegó a sus hijos y luego hasta mi abuelo Ezequiel.
José María y Vicente Ojeda Candelas fueron Albéitares o curanderos de mulas en las minas de Zacatecas y Mapimí. Mi tío bisabuelo Vicente "tío Chente" a quien conocimos ya muy viejecito hacia 1964, había sido caballerango del general revolucionario José Pérez Castro en la hacienda de Castro, cerca de Lagos de Moreno entre 1907 y 1914, poco antes de que fusilaran a ese militar en León Guanajuato.
Hay una interesante gráfica de los caballerangos de Trancoso amansando hacia 1890 un potro bruto. Había una vieja artimaña para "quitarle las cosquillas" a los equinos salvajes. Después de jinetearlos con pretal y espuelas para irlos amansando, procedían a ayatearlos con largos escobetones de popote, como se ve, para quitarles lo quisquilloso. Así evitaban las coces y las mordidas del cuaco matrero. Después de esa etapa comenzaba su educación con la monta con silla, acompañando de madrina y usando en principio la falsa rienda.
Los Ojeda Candelas en Trancoso y Agostadero
Durante la restauración de la República, el gobierno de Zacatecas desterró a las familias García Salinas y García Rojas, entre otras emparentadas entre sí por haber apoyado al segundo imperio. Dejando sus haciendas y casonas a cargo de representantes legales como el Licenciado De la Campa y la servidumbre de sus confianzas, se fueron a vivir a León. Es probable que en alguna ocasión Librada y Vicente hayan ido a esa incipiente ciudad industrial del Bajío. No hay noticia de que hayan vivido allá.
Hacia 1876, cuando comenzaron a volver esos hacendados a tomar posesión nuevamente y vivir en sus propiedades las cosas comenzarían a cambiar. Para algunos, como los de Trancoso, ese destierro duró unos siete años, de manera que el Licenciado don José María de la Campa y Cos debió entregar los innumerables bienes al regreso de los dueños. Lo mismo ocurriría con los encargados de la casa y otros bienes menores, como Mamá Libradita y don Vicente Ojeda.
Tenemos la idea de que la lealtad de esos sirvientes menores como los Ojeda Candelas fue recompensada con alguna remuneración pecuniaria o vendiéndoles casa y terrenos en Villa García, que fue donde se asentaron de regreso y pusieron su mesón de arrieros y su taller de tejidos de lana.
Pero en la tradición se nos decía que la joven Carlota se había tenido que quedar en Trancoso al servicio de doña Loreto García o una de sus hermanas que no había contraído matrimonio: que se la quedaron, la retuvieron.
Teniendo tiernos 14 años, Carlota fue educada y adiestrada para continuar como domestica muy cercana a las dueñas de aquel latifundio. Allí aprendió a leer y escribir con admirable corrección y le enseñaron a hacer cuentas. Aprendió modales (y a andar a caballo en albardón para acompañar a las damas aquellas, nos decían) y sobre todo prodigar un trato señorial, sumiso y educadísimo. En ese tiempo la hacienda de Agostadero se convirtió en Municipio y la cabecera cambió de nombre a Villa García en honor al gobernante ejemplar que fue don Francisco García Salinas ´Tata Pachito´.
Carlota Ojeda Candelas vivió en Trancoso unos seis años teniendo a sus padres y hermanos en Villa García. Se comprende que se veían con cierta frecuencia porque don Vicente iba a Zacatecas en su oficio de carretero y porteador, y en ese tránsito está Trancoso. Se nos decía que las damas hacendadas precisaban mucho de Carlota y decían tenerle aprecio, pero ni siquiera le daban permiso de ir de vacaciones a Villa García. Sin embargo, en una de esas se quedó en casa con sus padres, por lo que las mandonas de las Garcías mandaron varias veces a por ella, con exigencia y disgusto. Pero Carlota ya no quiso regresar a Trancoso porque pronto formó noviazgo en Villa García, de manera que ya para Agosto de 1882 tramitaba en el real de Asientos su matrimonio con Aureliano Reyes Diaz de León, uno de los muchachos dueños de San Francisco de los Reyes, que era un rancho distante apenas dos leguas de Villa García rumbo a San Nicolás de Quijas, sobre el camino del Obraje.
Los Ojeda en Trancoso 1860-1882
(Tradición oral)
Don Vicente nació en La Ciénega, cerca de Jerez el 28 de Enero de 1823. Murió en Trancoso hacia 1897. Muy joven fue chinaco y "mozo de estribos" de don Genaro García García Rojas dueño de una parte de la hacienda de Trancoso y toda la de San Marcos, cargo de suma confianza que nuestra gente consideró como una verdadera distinción. Nos decían que ese "destino" ya no era de cuidar los caballos, que para eso estaban los mozos de cuadra, sino que era de su obligación ensillar el bridón que iba a montar ese día el amo, o el que traía de su gusto por un tiempo. Había que limpiar la montura con linaza, verificar las condiciones del cincho, el freno, la cabezada y la jáquima. Se debía tener descolgada y desempolvada la calzonera, el sombrero y el cotón que conformaban la rica indumentaria del señorón aquel; había que bruñirle sus espuelas y demás fornituras del recaudo.
Se usaba una especie de ritual en el que había que "calzar de caballero" al amo, poniéndole las espuelas y abotonarle la calzonera o las chivarras; usanza en la cual, el mozo debía permanecer hincado de una rodilla y destocado.
El buen mozo de estribos debía sostener el freno y la cabezada del caballo mientras el amo se enhorquetaba parado desde un banco: allí y solo allí era, justamente, el palafrenero. Andando en el monte, como no había banco que usar y el amo se apeaba a mear o cagar, y después de haber satisfecho esa necesidad, el mozo le daba su propia rodilla al pie del señor para que alcanzara el estribo del lado de montar y subiera al caballo. Ya sentado, y siempre por los costados, el mozo se destocaba para acomodarle las indumentarias y le "pachoneba" el caballo para tranquilizarlo. El mozo de estribos iba siempre al lado del criador (a la izquierda de la cabalgadura principal), por si él deseaba echar un lazo, usar la carabina para lo cual debía cargar y recargar las armas de retaque. También el señor podía usar "el cíntaro toledano", para disciplinar a los insolentados. El criado no dejaba que se le arrimaran los perros bravos o la gente de a pie. Lo proveía de agua, licor, bocadillos o ropa; le prendía el cigarro con golpe de islabón o le daba candela si prefería fumar en cachimba y se adelantaba en el camino para mirar provisoriamente los acontecimientos de la llegada del dueño y ejecutaba cualquier instrucción que se le daba.
Contaban que en una ocasión que salieron a montear y revisar sus propiedades, siembras, ordeñas y engordas, vieron un jinete misterioso que ante su proximidad pegó la carrera al monte desde una tupida nopalera. Siendo su propiedad e intrigado por aquella insolencia de que no haya saludado ni hecho pleitesía al amo, le ordenó a Vicente Ojeda..
...... atájalo, ¡que no se te juiga!
Y el mozo espoleó su cuaco y salió catapultado tras de aquel desconocido. Contaban que Vicente hizo lo que ningún caballero debía hacer, salvo en cumplimiento de una orden como aquella, pues habiéndole apercibido que se detuviera y ser desobedecido, se aproximó al caballo del fugitivo y se lo coleó, derribando caballo y jinete. Rodaron resquebrajándose las costillas contra el fuste y al punto ya estaba el amo allí, inquiriendo al peláo aquel, que quedó tirado, descalabrado por la tremenda malacachoncha y tenía toda la boca reventada, llena de tierra y sangre.
¿Qué haces aquí? ¿Quién eres?, le inquirió el terrateniente
-Disculpe l´amo, pero me metí a la majada a comer unas tunas, voy de paso a Zacatecas.....
Don Vicente no estaba a gusto en Trancoso y se independizó a luego. Se hizo carretero, porteador de mercancías entre Pinos y Zacatecas. Llegó a tener varias “guayinas” trabajando con sus troncos de tiro (cada "tronco de tiro", como decían ellos, estaba compuesto por seis bestias mulares). Hizo un capital nada despreciable. Tuvo varias casas y un mesón para arrieros en Villa García.
Decía Don Ezequiel Reyes Ojeda, que a su abuelo, siendo porteador reconocido, el Ayuntamiento de Zacatecas le encomendó la compra y el traslado del yeso que se utilizó en los estucados del Teatro Calderón. Lo extrajo de los yacimientos que hay en las cercanías de la Sierra del Astillero. Se contaba que un año antes de morir, se le incendiaron, con el fuego de la noche, dos guayines cargados con mercancías valiosas en un paraje cercano a la hacienda de San Pedro Piedra Gorda. Él contaba “Las charras del Tío Rositas”, cuentecillos de un arriero zacatecano, fantasioso y picaresco.
APUNTES PARA LA HISTORIA DE LA FAMILIA REYES: LOS MULEROS
Hacia 1885, los tíos Vicente y José María Ojeda Candelas se fueron de Villa García a probar suerte en compañías mineras de Zacatecas. Por allá encontraron un buen destino, como se les llamaba entonces a los empleos. Su trabajo era el de curar los bestias de tiro que movían los molinos de mineral así como los que accionaban los malacates. Las exigencias de energía animal en la industria minera era despiadada, pues las tahonas de mineral se conocían como "molinos de sangre", de tal manera que a los cuantos días de pegar un animal fuerte y lozano a los arneses, se pasmaban o simplemente desfallecían de puro agotamiento. En tales condiciones, se les denominaba mulas "lacradas" o "quebrantadas".
Ellos conocían el antiguo arte de la Albeitía, indudablemente por enseñanzas de su padre don Vicente que fue carretero y porteador. Aliviaban esas nobles bestias de tiro y carga en corrales y macheros especiales con diversos “remedios” que eran mejunjes y unturas preparadas con ciencia propia. Después de permanecer en Zacatecas y Fresnillo, migraron a Mapimí hacia 1909. Por allá se quedó el tío José María y el tío Chente ingresó a las filas de la Revolución al lado del General Pérez Castro. A él lo conocimos ya muy ancianito, hacia 1963 y nos contaba historias.
Depending on which Agostadero. I know there is one in the jurisdiction of Jalpa and the "main" one in the region is between Aguascalientes and Asientos, if I remember correctly. I hope this sheds some light!
Re: Agostadero
Hi Alice,
Daniel is correct, there were various haciendas by that name. If your ancestor was married in Asientos, then he was likely from the Agostadero located nearby, and which today is known as Villa Garcia, Zacatecas. The main house is now the municipal palace. Historically, it was in the diocese of San Matias, Pinos, Zac, so that's probably where you want to steer your search.
Good luck!
Manny Diez Hermosillo
Agostadero
Thanks for your responses.
I knew that Villa Garcia didn't come about until 1860, and
was once a part of the Agostadero Hacienda. But there are
no Villa Garcia church records at all on Familysearch. Pablo Donate's son
Rosalio Onate is also unknown birthplace, however, Pablo Donate's
grandson, Luis Onate, was born in Villa Garcia 10/23/1885.
So, I was wondering the best place to search for Pablo and son
Rosalio. Well, San Matias, Pinos is worth investigating.
Thank you again,
Alice BB
Hacienda del Agostadero
Hi Alice,
I have ancestors that lived in Hacienda del Agostadera (today Villa Garcia) (1750-1850). I have found all of them in the church in Asientos, Aguascalientes. Definitely the records from el Agostadero was part of the jurisdiction of the church in Asientos, at least in the range that I have studied.
The ranches around El Agostadero were nevertheless included in San Matias, Pinos.
I hope this information helps
sus
Agostadero
Thank you so much, it gives me another avenue to explore.
Would you be willing to share your ancestors surnames from Agostadero.
Mine are Onate or Donate, Candelas, Monrreal, Becerra, Esquivel, Encalado, Carranza, Lopez, Ortis, Gonzales, and Vega going back to about 1750 to present.
Any and all info is greatly appreciated. Again, thank you for your response.
Alice BB
Candelas y Becerra en Agostadero
Hi Alice,
I can help you with your Becerra and your Candelas, I descend from both. Who are your earliest ancestors in both lines, who were they married to, and when did they live?
Un abrazo,
Manny Diez Hermosillo
Agostadero
Terrific Manny, I appreciate it.
Sorry, I misspoke about the Becerras, but failed to mention Valderrama date to abt 1750.
The earliest Candela I have found is Jose Dolores Candelas about 1780? married to Ma Felipa Encalado 05/23/1812 in Asientos. Son: Victor Candelas about 1820? married Maria Luisa Esquivel 04/03/1845, Asientos. Daughter: Maria Petra Candelas about 1857? married Rosalio Donate 02/20/1875, Villa Garcia, my grgrandfather. Onate was my mother's maiden name.
What can you tell me about Domingo Becerra abt 1800, his marriage and children?
All input is appreciated. Muchisimas gracias.
Alice BB
CANDELAS
Hola Alice,
“Candelas” is tricky surname, as far as the families who live in the curates of Pinos, Asientos and Cienega de Mata,Ojuelos. The name originated with Joseph Candelas, who married Petrona Ortiz Bernal, on 7 Feb 1701, in Pinos. They were servants on Agostadero. I say “tricky,” because in many cases, the name was passed down matrilineally. Plus, some descendants of the Bernal family also used “Candelas.”
I’ve got most of these families mapped-out through the 1700’s, but my research ends around 1800. These families were of mixed race, being either “españoles” or “mestizos.” There were Indian families who also used the Candelas name, but I don’t track them, since they don’t descend from Joseph and Petrona (they were likely “criados” of the Candelas, and adopted their surname).
That said, I found your Dolores Candelas and Felipa Encalado in the 1820 and 1822 padrones:
Candelas in 1820 Agostadero (right image)
https://www.familysearch.org/ark:/61903/3:1:3Q9M-C9BF-73KR-S?i=393&cat=…
Candelas 1822 Agostadero (right image)
https://www.familysearch.org/ark:/61903/3:1:3Q9M-C9BF-434B-V?i=161&cat=…
Dolores was 43 in 1820 (ca 1777) and Felipa, 26 (ca 1794). Unfortunately, I’m not going to be much help to you, beyond this, because they were Indians. Indians can be more difficult to track, because surnames aren’t always listed on church records previous to 1800. Keep looking in Asientos, Pinos and Cienega de Mata. You might also want to check Ojocaliente in the 1800s. Several of these records aren’t indexed, so you might have to go through each individual roll of film.
I’m not sure which Domingo Becerra you’re looking for. There was one who married Ramona Chavez 1 Oct 1825, in Asientos. I don’t know who his children were (I seldom research the 1800s, unless they’re my direct ancestors), but he was son of Jose Antonio Becerra and his first wife, Maria Nestora Gonzalez; Jose Antonio was son of Hermenegildo Becerra cc Maria Matiana Micaela Bernal/es Duron; Hermenegildo was hijo natural of Anna Becerra de Aguilera and padre no conocido; I believe Anna Becerra was daughter of Margarita de Lira and her first husband, Gaspar de los Reyes Aguilera, but was raised by her second husband, Francisco Becerra, whose name she used (Francisco and Margarita are my g5’s). I don’t know Gaspar Aguilera’s ancestry.
I hope that helps!
Manny Diez Hermosillo
CANDELAS
Wow that was great information to read, love reading stuff like this.
CANDELAS
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Candelas
Once again, thanks so much, Manny, it most certainly helps.
It verifies, clarifies, and is so interesting!
I was hoping I had finally found an indio, but can't be certain.
I'm willing and have gone image by image for my research, but I've been having such
problems with "freezing up" after a few images. Not sure what the problem is, it just
makes searching so much more time consuming and frustrating.
I'm looking for an entry that indicates indio and not mestizo, because I know through DNA that I'm 25%, just would love to find where, perhaps the paternal tree. I suppose it could go so far back on either side that I may never find the source. Until then I will keep on searching. It's too interesting to quit!
Alice BB
Candelas
Hi Manny,
No kidding Candelas is a tricky surname! I found the informacion matrimonial 05/23/1812 Asientos, on Dolores Candelas and Felipa Encalado and they are both described as Espanoles!?!
Go figure. I was hoping to find them to be indios. I'll keep searching.
Many thanks again,
Alice BB
Candelas y Encalado
APUNTES PARA LA HISTORIA DE LA FAMILIA REYES
Los Ojeda Candelas en Trancoso y Agostadero
El censo del año de 1832 realizado en la hacienda de Agostadero contiene información de indiscutible importancia para estos Apuntes. Revela, primeramente, que la hacienda estaba administrada por don Antonio García Salinas y que vivían con él su esposa doña Loreto Elías y sus pequeños hijos Isabel y Jesús. Ellos están referidos a la casa grande, "la casa del señor Apoderado".
La primera pregunta que surge es porqué siendo tan rico como era don Antonio, estaba administrando Agostadero, hacienda que pertenecía a la familia Moncada y Berrio. En ese tiempo don Antonio era dueño de la gran hacienda de Trancoso, la de Rancho Grande en Jerez y la de Las Bocas, cerca de Salinas, . . . y sin embargo vivía en Agostadero.
¿Porqué vivía allí?
Hay un relato en la ´Historia de La Montesa´ de nuestro tío Guadalupe Díaz de León, que dice que don Francisco García Salinas "Tata Pachito" (hermano de don Antonio) el prominente político que había sido gobernador de Zacatecas y ministro de Economía y Fomento en el gabinete del presidente don Guadalupe Victoria, pasaba temporadas en Agostadero y que allí se casó en segundas nupcias con una de las muchachas Dávila. Otra crónica dice que habiendo estado en México, Tata Pachito se retiró a Agostadero un tiempo, deprimido por haber sido defenestrado de aquel importante Ministerio.
No obstante, el censo aporta un dato fundamental para nuestra historia familiar, y es la constatación de que teniendo 40 años de edad nuestra matriarca doña Felipa Encalado, la abuela de Mamá Libradita y bisabuela de Mamá Carlotita, formaba parte de la servidumbre de la casa grande de Agostadero, al servicio de los señores García Salinas-Elías.
Esta constatación podría explicar porqué Librada (y Carlota en su momento) fueron sirvientas en Trancoso, encargadas también de la casa grande, más o menos cuando se regresaron los Elías a aquella hacienda. Esto pudo haber ocurrido quizá cuando murió don Antonio, por lo que el joven don Jesús su hijo (y futuro papá de don Genaro) coheredó y se hizo cargo de aquella gran finca de campo. De manera que nuestra gente los Candelas Encalado y Candelas Palomino a lo largo de tres generaciones del Siglo XIX, en tanto que servidumbre, fue y vino de Agostadero a Trancoso y de Trancoso a Agostadero.
Pero detrás de la señera presencia de doña Felipa Encalado que debió haber nacido hacia 1790, se despliega otra historia de familia, una más profunda y conmovedora... verdaderamente fascinante.
Candelas y Encalado
APUNTES
El Censo de la hacienda de Agostadero realizado en 1820, menciona a varios de nuestros viejos parientes, los de la rama Ojeda Candelas. Los registros no dejan duda acerca del doble origen de esas familias: unas eran españolas, de pura cepa, y otras indígenas, que en algún momento del mestizaje adquirieron el apellido Candelas.
Nosotros descendemos de don José Dolores Candelas y doña Felipa de Encalado, quienes fueron censados como ´indios´. Ellos son los abuelos paternos de "mamá Libradita". Si bien las variantes genealógicas y raciales de la familia Candelas resultan interesantes, no lo es menos el caso de la familia Encalado. Los registros más antiguos de ese apellido son de inmigrantes ibéricos que llegaron a las minas de Sombrerete hacia 1600, apellidándose "De la Encalada". Quizá por la vinculación de esas poblaciones con la minería, aparecen luego otros núcleos genealógicos en los reales Pinos y de Asientos con el apellido " De Encalada" o " De Encalado", pero ya no solo son españoles, sino afrodescendientes e indígenas.
Bien establecido ese origen indígena de nuestra rama familiar, ya que descendemos de Gregorio Candelas Encalado que aparece censado con apenas cuatro años de edad, es importante mencionar que nuestra gente permaneció asentada por generaciones en grandes tramos del camino Real de tierra-adentro, formando parte de la servidumbre de ´el Condado´, que abarcaba las haciendas de Trancoso, El Carro, San Marcos, Ciénega Grande, El Lobo, Pilotos y Agostadero, cuyo antiguo dueño había sido don Felipe Cayetano de Medina Sarabia. Posteriormente, a principios el Siglo XIX cuando se hizo el Censo, ya pertenecía a don Juan Nepomuceno de Moncada y Berrio.
Candelas y Encalado
APUNTES
Los Ojeda Candelas en Trancoso y Agostadero
Librada Candelas Palomino ´Mamá Libradita´, nació en la Hacienda de Agostadero, hoy Villa García Zacatecas en el año de 1842 y murió en 1915. Fue pilmama y llavera (ama de llaves) en la servidumbre de la casa grande de la Hacienda de Trancoso con la familia García Salinas.
Fue persona de mucho carácter y determinación, muy apreciada por sus patrones. Decían que aún siendo una doméstica en la casa grande de Trancoso se le confirió poder y mando por su lealtad a toda prueba. Casó con Vicente Ojeda Morales en 1861. Cuando regresó a Agostadero (Villa García) hacia 1876 montó un obraje de cobijas y sarapes siguiendo la tradición de familia.
Era morena en extremo, era negra pero decían que tenía ojos aguamielados. Lo cierto es que su origen etnico la ubicaría en la antigua casta virreinal de ´los Lobos´, resultante del mestizaje de la sangre española e indígena con predominancia de la afrodescendiente, esto último sin duda, provenia de doña Felipa Encalado, su abuela materna.
Aparece en algunas fotografías hacia 1895, ya viuda, bien establecida y próspera con dos de sus hijas: Rosa y Elvira que habían nacido en Trancoso. En esas gráficas lleva al seno una "leopoldina" de plata, tal como la usaron las buenas rancheras zacatecanas del tiempo de Imperio y la Reforma. Al ver otras fotografías de la familia y de la misma época (como la de su hermana Elvira) se advierte que su uso era muy común. Decía mi papá que algunas veces esa prenda de orfebrería de plata zacatecana tenía engarces de gemas semipreciosas como chalchihuites, relicarios en los cuales se insertaban pequeñas fotografías, de las primeras que se comenzaron a producir en forma de daguerrotipos, o bien se insertaban abalorios como trozos de marfil o colmillos de jabalí calados en filigrana. Ese era, quizá, todo el exceso de adorno en plata labrada que se permitían llevar encima las mujeres de aquel tiempo, a diferencia de los caballeros que podían llevar decenas de piezas de plata labrada en sus botonaduras y toquillas del sombrero.
En las fotografías tomadas en su casa de Villa García, les sirve de telón uno de esos rústicos jorongos de lana para la gente de rancho que se tejían en su obraje. Eran de lana negra, canelona o frailesca, que era muy barata y considerada de segunda calidad puesto que solo la blanca tenía buen mercado y era muy cara porque se podía teñir.
Los originales de esas fotografías lo tiene la tía Socorro Galaviz Ojeda, en Lagos de Moreno
Candelas y Encalado
APUNTES
Los Ojeda Candelas en Trancoso y Agostadero
Se ha conservado una estupenda fotografía de la tía Elvira Candelas Palomino en Villa García, Zacatecas, hacia 1890. Aparece como una auténtica rancherona adinerada portando al seno una valiosa leopoldina. Vivió sus últimos años en Villa García y no sabían decirnos "si se casó o se quedó de cotorrita".
En la tradición oral se decía que en su obraje se tejían buenas cobijas y jorongos de lana oscura. El jorongo era una prenda personal, una cobija de más cortas dimensiones que se portaba "terciado al hombro" y formó parte imprescindible de la indumentaria típicamente masculina de la clase media rural. Según la tradición, la mejor prueba de la calidad de los tejidos de lana se probaba sosteniendo un jorongo nuevo por las esquinas entre dos personas y entonces la tía Elvira, como buena artesana y comerciante que era, le vaciaba un cántaro de agua, y no debía salir ni una gota por debajo de la cuneta. Eran piezas textiles bromosas pero ligeras, calientes e impermeables, muy apreciadas por los arrieros y la gente de los fríos reales de minas de la región.
Había otros relatos muy antiguos y muy interesantes que nos contaba mi abuelo Ezequiel. Eran "charras" o cuentecillos burlescos e inocentones muy antiguos que movían a risa y diversión, como la charra "de las tres presumidas", que se nos platicaba así:
Estas eran tres negritas muy rancheras que iban a ir al pueblo a una fiesta y el negrito su padre les había hecho un regalo a cada una de ellas. A una un anillo, a otra unos aretes y a la tercera unos zapatos. Al acudir al pueblo y ya en la casa a donde les habían invitado, las negritas se sentían menos y querían presumir sus regalos, sus prendas nuevas. Así que en medio de la gente invitada a la fiesta, una de las prietitas gritó:
- Mira una jaraña!, señalando el piso con el dedo del anillo.
Otra dijo:
- Yo no la jamato, meneando sus grandes aretes.
... y la tercera gritó:
- Yo la jamataré!, aplastando al bicho con sus zapatos nuevos.
Mi tío Fernando Ojeda Ibarra también nos platicaba acerca de la gente de Villa García de aquel tiempo, como el relato de una asombrosa ave "tan grande que al pasar volando tapaba la luna" y que la gente sencilla y temerosa de todo creía que era un ser sobrenatural pero que en realidad era un enorme zopilote viejo que bajaba graznando por las noches desde las peñas del cerro del Picacho, hasta a ese pueblo, solo para comerse los restos de pieles y pellejos crudos que se desechaban de las rústicas tenerías, las que allí curtían gamuzas.
El original de esa fotografía lo tiene la tía Socorro Galaviz Ojeda en Lagos de Moreno.
Ojeda, Candelas y Encalado
APUNTES PARA LA HISTORIA DE LA FAMILIA REYES
Los Ojeda en Trancoso 1860-1882
De acuerdo a las evidencias documentales, la estancia de nuestra familia en Trancoso debe haber durado unos 25 años. En ese tiempo ocurrieron hechos históricos de la mayor importancia, como la Guerra de Reforma y la intervención francesa. De ambos sucesos, nuestra gente conservó algunos recuerdos y una evidencia incontrovertible. Por ejemplo, mi abuelo Ezequiel nos platicaba que en su casa recordaban cuando llegaron a Trancoso los soldados Suavos. Esto fue así porque don Jesús García Elías formó parte de la facción conservadora más radical, enemiga de la Reforma, de manera que en esa hacienda se les proveía de caballos y alimentos mientras duró aquella incruenta guerra. Pero ese desliz histórico de los García lo pagarían muy caro, con el destierro, a la caída de Maximiliano y triunfo de la República.
No obstante la restauración de las instituciones republicanas, la marcada diferenciación social entre aristócratas hacendados y campesinado, la servidumbre, se volvió a imponer durante el porfiriato. Porfirio Díaz mantuvo una cercana amistado con los dueños de Trancoso ya que los llamó del destierro y respetó sus propiedades.
Ojeda y Candelas
APUNTES PARA LA HISTORIA DE LA FAMILIA REYES
Los Ojeda en Trancoso 1860-1882
Toda la vida de Vicente Ojeda Morales estuvo relacionada con los equinos. Su juventud en la hacienda de La Ciénega de Jerez debió haber sido determinante en ese oficio ya que esa finca rural fue gran productora de mulas que se vendían para accionar las tahonas y los malacates en las minas. Estando en Trancoso, según la tradición oral que recibimos, fue peón de cuadra, cochero y mozo de estribos del hacendado. Cuando se independizó y se fue a vivir a Villa García se hizo carretero ya que compró troncos de mulas y con unas viejas guayinas comenzó a portear mercaderías entre esa región y Zacatecas. De allí provino una larga y vieja tradición que llegó a sus hijos y luego hasta mi abuelo Ezequiel.
José María y Vicente Ojeda Candelas fueron Albéitares o curanderos de mulas en las minas de Zacatecas y Mapimí. Mi tío bisabuelo Vicente "tío Chente" a quien conocimos ya muy viejecito hacia 1964, había sido caballerango del general revolucionario José Pérez Castro en la hacienda de Castro, cerca de Lagos de Moreno entre 1907 y 1914, poco antes de que fusilaran a ese militar en León Guanajuato.
Hay una interesante gráfica de los caballerangos de Trancoso amansando hacia 1890 un potro bruto. Había una vieja artimaña para "quitarle las cosquillas" a los equinos salvajes. Después de jinetearlos con pretal y espuelas para irlos amansando, procedían a ayatearlos con largos escobetones de popote, como se ve, para quitarles lo quisquilloso. Así evitaban las coces y las mordidas del cuaco matrero. Después de esa etapa comenzaba su educación con la monta con silla, acompañando de madrina y usando en principio la falsa rienda.
Reyes Ojeda
APUNTES PARA LA HISTORIA DE LA FAMILIA REYES
Los Ojeda Candelas en Trancoso y Agostadero
Durante la restauración de la República, el gobierno de Zacatecas desterró a las familias García Salinas y García Rojas, entre otras emparentadas entre sí por haber apoyado al segundo imperio. Dejando sus haciendas y casonas a cargo de representantes legales como el Licenciado De la Campa y la servidumbre de sus confianzas, se fueron a vivir a León. Es probable que en alguna ocasión Librada y Vicente hayan ido a esa incipiente ciudad industrial del Bajío. No hay noticia de que hayan vivido allá.
Hacia 1876, cuando comenzaron a volver esos hacendados a tomar posesión nuevamente y vivir en sus propiedades las cosas comenzarían a cambiar. Para algunos, como los de Trancoso, ese destierro duró unos siete años, de manera que el Licenciado don José María de la Campa y Cos debió entregar los innumerables bienes al regreso de los dueños. Lo mismo ocurriría con los encargados de la casa y otros bienes menores, como Mamá Libradita y don Vicente Ojeda.
Tenemos la idea de que la lealtad de esos sirvientes menores como los Ojeda Candelas fue recompensada con alguna remuneración pecuniaria o vendiéndoles casa y terrenos en Villa García, que fue donde se asentaron de regreso y pusieron su mesón de arrieros y su taller de tejidos de lana.
Pero en la tradición se nos decía que la joven Carlota se había tenido que quedar en Trancoso al servicio de doña Loreto García o una de sus hermanas que no había contraído matrimonio: que se la quedaron, la retuvieron.
Teniendo tiernos 14 años, Carlota fue educada y adiestrada para continuar como domestica muy cercana a las dueñas de aquel latifundio. Allí aprendió a leer y escribir con admirable corrección y le enseñaron a hacer cuentas. Aprendió modales (y a andar a caballo en albardón para acompañar a las damas aquellas, nos decían) y sobre todo prodigar un trato señorial, sumiso y educadísimo. En ese tiempo la hacienda de Agostadero se convirtió en Municipio y la cabecera cambió de nombre a Villa García en honor al gobernante ejemplar que fue don Francisco García Salinas ´Tata Pachito´.
Carlota Ojeda Candelas vivió en Trancoso unos seis años teniendo a sus padres y hermanos en Villa García. Se comprende que se veían con cierta frecuencia porque don Vicente iba a Zacatecas en su oficio de carretero y porteador, y en ese tránsito está Trancoso. Se nos decía que las damas hacendadas precisaban mucho de Carlota y decían tenerle aprecio, pero ni siquiera le daban permiso de ir de vacaciones a Villa García. Sin embargo, en una de esas se quedó en casa con sus padres, por lo que las mandonas de las Garcías mandaron varias veces a por ella, con exigencia y disgusto. Pero Carlota ya no quiso regresar a Trancoso porque pronto formó noviazgo en Villa García, de manera que ya para Agosto de 1882 tramitaba en el real de Asientos su matrimonio con Aureliano Reyes Diaz de León, uno de los muchachos dueños de San Francisco de los Reyes, que era un rancho distante apenas dos leguas de Villa García rumbo a San Nicolás de Quijas, sobre el camino del Obraje.
Reyes Ojeda
PUNTES PARA LA HISTORIA DE LA FAMILIA REYES
Los Ojeda en Trancoso 1860-1882
(Tradición oral)
Don Vicente nació en La Ciénega, cerca de Jerez el 28 de Enero de 1823. Murió en Trancoso hacia 1897. Muy joven fue chinaco y "mozo de estribos" de don Genaro García García Rojas dueño de una parte de la hacienda de Trancoso y toda la de San Marcos, cargo de suma confianza que nuestra gente consideró como una verdadera distinción. Nos decían que ese "destino" ya no era de cuidar los caballos, que para eso estaban los mozos de cuadra, sino que era de su obligación ensillar el bridón que iba a montar ese día el amo, o el que traía de su gusto por un tiempo. Había que limpiar la montura con linaza, verificar las condiciones del cincho, el freno, la cabezada y la jáquima. Se debía tener descolgada y desempolvada la calzonera, el sombrero y el cotón que conformaban la rica indumentaria del señorón aquel; había que bruñirle sus espuelas y demás fornituras del recaudo.
Se usaba una especie de ritual en el que había que "calzar de caballero" al amo, poniéndole las espuelas y abotonarle la calzonera o las chivarras; usanza en la cual, el mozo debía permanecer hincado de una rodilla y destocado.
El buen mozo de estribos debía sostener el freno y la cabezada del caballo mientras el amo se enhorquetaba parado desde un banco: allí y solo allí era, justamente, el palafrenero. Andando en el monte, como no había banco que usar y el amo se apeaba a mear o cagar, y después de haber satisfecho esa necesidad, el mozo le daba su propia rodilla al pie del señor para que alcanzara el estribo del lado de montar y subiera al caballo. Ya sentado, y siempre por los costados, el mozo se destocaba para acomodarle las indumentarias y le "pachoneba" el caballo para tranquilizarlo. El mozo de estribos iba siempre al lado del criador (a la izquierda de la cabalgadura principal), por si él deseaba echar un lazo, usar la carabina para lo cual debía cargar y recargar las armas de retaque. También el señor podía usar "el cíntaro toledano", para disciplinar a los insolentados. El criado no dejaba que se le arrimaran los perros bravos o la gente de a pie. Lo proveía de agua, licor, bocadillos o ropa; le prendía el cigarro con golpe de islabón o le daba candela si prefería fumar en cachimba y se adelantaba en el camino para mirar provisoriamente los acontecimientos de la llegada del dueño y ejecutaba cualquier instrucción que se le daba.
Contaban que en una ocasión que salieron a montear y revisar sus propiedades, siembras, ordeñas y engordas, vieron un jinete misterioso que ante su proximidad pegó la carrera al monte desde una tupida nopalera. Siendo su propiedad e intrigado por aquella insolencia de que no haya saludado ni hecho pleitesía al amo, le ordenó a Vicente Ojeda..
...... atájalo, ¡que no se te juiga!
Y el mozo espoleó su cuaco y salió catapultado tras de aquel desconocido. Contaban que Vicente hizo lo que ningún caballero debía hacer, salvo en cumplimiento de una orden como aquella, pues habiéndole apercibido que se detuviera y ser desobedecido, se aproximó al caballo del fugitivo y se lo coleó, derribando caballo y jinete. Rodaron resquebrajándose las costillas contra el fuste y al punto ya estaba el amo allí, inquiriendo al peláo aquel, que quedó tirado, descalabrado por la tremenda malacachoncha y tenía toda la boca reventada, llena de tierra y sangre.
¿Qué haces aquí? ¿Quién eres?, le inquirió el terrateniente
-Disculpe l´amo, pero me metí a la majada a comer unas tunas, voy de paso a Zacatecas.....
Don Vicente no estaba a gusto en Trancoso y se independizó a luego. Se hizo carretero, porteador de mercancías entre Pinos y Zacatecas. Llegó a tener varias “guayinas” trabajando con sus troncos de tiro (cada "tronco de tiro", como decían ellos, estaba compuesto por seis bestias mulares). Hizo un capital nada despreciable. Tuvo varias casas y un mesón para arrieros en Villa García.
Decía Don Ezequiel Reyes Ojeda, que a su abuelo, siendo porteador reconocido, el Ayuntamiento de Zacatecas le encomendó la compra y el traslado del yeso que se utilizó en los estucados del Teatro Calderón. Lo extrajo de los yacimientos que hay en las cercanías de la Sierra del Astillero. Se contaba que un año antes de morir, se le incendiaron, con el fuego de la noche, dos guayines cargados con mercancías valiosas en un paraje cercano a la hacienda de San Pedro Piedra Gorda. Él contaba “Las charras del Tío Rositas”, cuentecillos de un arriero zacatecano, fantasioso y picaresco.
Ojeda Candelas
APUNTES PARA LA HISTORIA DE LA FAMILIA REYES: LOS MULEROS
Hacia 1885, los tíos Vicente y José María Ojeda Candelas se fueron de Villa García a probar suerte en compañías mineras de Zacatecas. Por allá encontraron un buen destino, como se les llamaba entonces a los empleos. Su trabajo era el de curar los bestias de tiro que movían los molinos de mineral así como los que accionaban los malacates. Las exigencias de energía animal en la industria minera era despiadada, pues las tahonas de mineral se conocían como "molinos de sangre", de tal manera que a los cuantos días de pegar un animal fuerte y lozano a los arneses, se pasmaban o simplemente desfallecían de puro agotamiento. En tales condiciones, se les denominaba mulas "lacradas" o "quebrantadas".
Ellos conocían el antiguo arte de la Albeitía, indudablemente por enseñanzas de su padre don Vicente que fue carretero y porteador. Aliviaban esas nobles bestias de tiro y carga en corrales y macheros especiales con diversos “remedios” que eran mejunjes y unturas preparadas con ciencia propia. Después de permanecer en Zacatecas y Fresnillo, migraron a Mapimí hacia 1909. Por allá se quedó el tío José María y el tío Chente ingresó a las filas de la Revolución al lado del General Pérez Castro. A él lo conocimos ya muy ancianito, hacia 1963 y nos contaba historias.
Agostadero
Hi Alicia,
Depending on which Agostadero. I know there is one in the jurisdiction of Jalpa and the "main" one in the region is between Aguascalientes and Asientos, if I remember correctly. I hope this sheds some light!
Best Regards,
Daniel Méndez de Torres y Camino