En once dias del mes de Junio del dicho año, murio en esta ciudad, Don Diego de Padilla. Enterre su cuerpo en el convento de San Agustin en entierro propio. Hizo testamento cerrado ante Juan Sedeño, escribano real. Dijo sele dijiese quatrocientas misas rezadas, repartidas en conventos de esta ciudad. Asi mismo mando imponer quatro mil pesos de principal sobre sus haciendas para una capellania en este obispado. Nombro por capellan y patron a su hijo, Don Gaspar de Padilla presbitero. Fueron sus albaceas el dicho Don Gaspar y Don Lorenzo de Padilla, sus hijos, y Doña Ana de Mota, su mujer.
La capellanía era un contrato que realizaban las personas adineradas por la que los sucesores entregaban una cantidad a un convento para que utilizara esos fondos y entregara los réditos al capellán que normalmente era un clérigo, era una forma de asegurarle una renta, en ocasiones el fundador no entregaba el dinero al convento sino que garantizaba con sus bienes mediante un censo, algo parecido a una hipoteca. Estas capellanías se iban heredando y duraban cientos de años y causaban restricciones a los herederos de los bienes.
Here’s what I understood...
En once dias del mes de Junio del dicho año, murio en esta ciudad, Don Diego de Padilla. Enterre su cuerpo en el convento de San Agustin en entierro propio. Hizo testamento cerrado ante Juan Sedeño, escribano real. Dijo sele dijiese quatrocientas misas rezadas, repartidas en conventos de esta ciudad. Asi mismo mando imponer quatro mil pesos de principal sobre sus haciendas para una capellania en este obispado. Nombro por capellan y patron a su hijo, Don Gaspar de Padilla presbitero. Fueron sus albaceas el dicho Don Gaspar y Don Lorenzo de Padilla, sus hijos, y Doña Ana de Mota, su mujer.
Capellanía
Hola a los dos:
La capellanía era un contrato que realizaban las personas adineradas por la que los sucesores entregaban una cantidad a un convento para que utilizara esos fondos y entregara los réditos al capellán que normalmente era un clérigo, era una forma de asegurarle una renta, en ocasiones el fundador no entregaba el dinero al convento sino que garantizaba con sus bienes mediante un censo, algo parecido a una hipoteca. Estas capellanías se iban heredando y duraban cientos de años y causaban restricciones a los herederos de los bienes.
Saludos
Marcelina
Record
Thank you very much !!